lunes, 1 de marzo de 2010

El costo de nuestra democracia

La crisis económica que inicio en 2008 y la pandemia de influenza que atacó a principios de 2009 todo el territorio nacional; ocasionó un elevado nivel de desempleo y una constante pérdida del poder adquisitivo de las familias. De acuerdo a diferentes estudios la economía mexicana cayó 6.78%, lo que provocó que más de 40 millones de mexicanos se situaran entre los niveles de pobreza y pobreza extrema.

Sin embargo, en nuestro país este año se llevarán a cabo elecciones de gobernador en 12 estados y en tres más se renovarán congresos locales y ayuntamientos; lo que costará a los mexicanos más de 2 mil millones de pesos. ¡Si leyó bien MÁS DE 2 MIL MILLONES DE PESOS.!

Entre los estados que más costarán esta: Veracruz con 686 millones de pesos, seguido por Oaxaca donde se estima un presupuesto de 420 millones de pesos. En tercer lugar esta Puebla con 372 millones de pesos. Sigue la lista Hidalgo con poco más de 324 millones. En quinto lugar se encuentran Chihuahua y Sinaloa con 300 millones de pesos.

Los comicios electorales de este año representan el 40.13% de la lista nominal de electores del país, es decir, 31 millones 188 mil 396, de un total de 77 millones 707 mil 180.

El Diputado Ignacio Rubí, del grupo parlamentario del PRI, presentó una iniciativa con proyecto de decreto por la que se reforman varios artículos de la Constitución Mexicana, así como del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales. Dicha iniciativa propone la reducción del financiamiento público que los partidos políticos de nuestro país reciben.

El Diputado Rubí Salazar expone que dentro del contexto internacional la democracia mexicana se posiciona como una de las más onerosas a nivel mundial. Así lo demuestra diversos estudios donde de 2000-2008, han existido 16 partidos políticos nacionales, que han costado a los mexicanos más de 25 mil millones de pesos.

Que en 2006, según datos del Informe de resultados de la revisión y fiscalización de la cuenta pública 2006 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), los partidos obtuvieron 4 mil 175 millones 367 mil pesos: 2 mil 68 millones 375 mil para actividades ordinarias y 37 millones 110 mil pesos para actividades específicas.

El Informe de la auditoría de desempeño, evaluación del proceso electoral federal de 2006 elaborado por la ASF, señala que en las elecciones presidenciales cada voto costó 35 dólares.

El máximo órgano de fiscalización refiere que el estudio Costo de las elecciones, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, arrojó que México no sólo se ubica en el último lugar de los países en transición democrática, sino que es el segundo país más caro en la obtención de cada voto, sólo por debajo de Cambodia.

Al comparar 21 países, la ASF explica que el costo del voto en países con una experiencia electoral consolidada varía entre uno y tres dólares, como en Estados Unidos y en Países Europeos.

Los costos se elevan de 3.7 a 35.3 dólares en países con menos experiencia y donde hay múltiples partidos políticos, mientras que en países con conflictos postelectorales el costo fluctúa entre 8 y 45.5 dólares. Así mientras en Palestina, asediada por un conflicto bélico desde hace 60 años, el voto cuesta 9 dólares, mientras que en México, su valor es cuatro veces mayor.

Que la reforma electoral de 2007, se realizó con el objetivo de garantizar la equidad y la disminución en los costos de campañas electorales. Sin embargo el financiamiento ordinario a partidos políticos no fue reducido sustancialmente, y nuestra democracia sigue siendo una de las más caras del mundo.

Dicha reforma, planteó un nuevo método de cálculo para el financiamiento público de actividades ordinarias permanentes y actividades especificas de los partidos políticos con representación en alguna de las Cámaras del Congreso de la Unión, reducción del porcentaje para el financiamiento privado que pueden obtener los partidos y una supuesta reducción de recursos públicos destinadas al financiamiento de campañas electorales.

En cuanto al presupuesto asignado para actividades ordinarias permanentes de los partidos políticos la reforma contempla, multiplicar el 65% del salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal por el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral para obtener la cifra correspondiente.

Sin embargo, para 2009 se le aprobó un presupuesto al IFE por 12 mil 180 millones de pesos: 8 mil 450 millones de pesos para su gasto operativo y 3 mil 730 millones para prerrogativas de partidos, lo cual implica un incremento del 3% respecto del 2006.


De 2007 a 2008, año en que se concretó la reforma electoral, el financiamiento público a partidos políticos se redujo 7%; sin embargo fue el mismo 7% lo que creció el presupuesto total del IFE.

La iniciativa propuesta por el Diputado Rubí Salazar, tiene por objeto disminuir el financiamiento público que reciben los partidos políticos nacionales para el sostenimiento de sus actividades ordinarias y para el desarrollo de campañas políticas; para tal efecto, se propone modificar la base de cálculo contenida en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, disminuyendo el porcentaje del 65% al 40% del salario mínimo vigente en el Distrito Federal multiplicado por el padrón electoral. Es decir, pasar de los $2,731.6 MDP a $1,681.0 MDP, una disminución real de 38%.

En nuestro país existen una gran cantidad de problemas tanto en el orden social como económico. Ocupamos el lugar 60 en el índice de competitividad, la cifra de personas que viven en pobreza extrema año con año aumenta, la desaceleración económica provocó que los niveles de desempleo crecieran a tasas alarmantes. Mientras nuestra clase política se fija únicamente en sus propios intereses, el estallido social causado por la presión económica no tarda en explotar. Es cuestión de tiempo si seguimos así. De ahí que la propuesta del Diputado Rubí sea bienvenida. El costo de la democracia resulta ofensivo para todos los mexicanos.


Fuente:
-Revista Mundo Ejecutivo. Marzo 2010
-Iniciativa Iniciativa con Proyecto de Decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales. Diputado Federal Ignacio Rubí Salazar.

La alianza PAN-PRD

Aun recuerdo las frases de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), después de perder la elección para Presidente de la República de 2006.

1.- “Al diablo con las instituciones”
2.- “Nunca reconoceré a Calderón, es un Presidente espurio.”
3.-“Soy el Presidente legitimo de México”
4.- “Estamos aquí congregados porque, ante el fraude electoral del 2 de julio (2006), decidimos declarar abolido el régimen de corrupción y privilegios, y comenzar la construcción de una nueva República” (Discurso de toma de protesta como Presidente Legitimo de México)
5.- “Cuando la derecha quiera imponer algo contrario al interés general, apoyados en el contubernio que mantienen el PRI y el PAN en el Congreso, como sucedió en el caso del Fobaproa o en el desafuero, entonces, ante una circunstancia de esa gravedad, convocaríamos a la movilización nacional” (Discurso de toma de protesta como Presidente Legitimo de México).
En aquel entonces, AMLO era aspirante a la Presidencia de la República por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Felipe Calderón por el Partido Acción Nacional (PAN). Después de la victoria apretada del PAN en julio de 2006, AMLO se canso de desconocer a Calderón como presidente de la República; es más se autonombró Presidente Legitimo de México.

Realizó marchas, plantones, paros, desquició la ciudad de México, condenó y exigió la expulsión de todos aquellos perredistas que reconocieran a Calderón como presidente, rindió protesta en el zócalo de la ciudad de México, formó su gabinete, asumió el control total del PRD, formo el grupo más radical dentro de la izquierda mexicana, asumió el liderazgo de las tribus perredistas y mando a todos al diablo. Lo único que no exigió fue que aquellos presidentes municipales, jefes delegacionales, diputados locales y federales; en fin, todos aquellos perredistas que habían ganado un puesto en la misma elección de 2006-misma en que Calderón resultó electo- renunciaran por ser una elección fraudulenta. Para ellos no pidió el “voto por voto, casilla por casilla”, ellos si tenían legalidad, en una elección ilegal –desde su punto de vista-por ser abanderados del PRD.

Esas son algunas de las incongruencias que ha vivido el PRD, en su corta trayectoria. Hoy, vive una más. Quizá la más grave, quizá las más aguda. Hoy coquetea con el PAN para ir en alianza y derrotar al PRI.

¿Con el PAN?, ¡siI! el mismo partido al que no reconoció, ¡si! el mismo partido que le robo la elección de Presidente de la República, ¡si! El mismo que impuso a Calderón en la presidencia, ¡si! El mismo que ordenó el desafuero de AMLO, ¡si! el mismo partido del Presidente espurio ¡si!.

Hoy el PAN padece los mismos síntomas del PRD, la lucha constante al interior del partido, grupos radicales y una profunda crisis de identidad.

Hace menos de un mes, el PAN aprobó la alianza con el PRD en Oaxaca para la candidatura de Gabino Cué, personaje cercano a AMLO y quien hasta ahora no ha reconocido la legitimidad del Gobierno de Calderón.
¿Por qué? Muy sencillo, Cesar Nava, dirigente nacional de Acción Nacional, tiene como objetivo ganar elecciones, después de la desastrosa derrota de julio de 2009 donde el PRI retomó la mayoría en la cámara de Diputados y se llevó la mayoría de los puestos de elección popular de ese mismo año.

¿Se puede hacer eso? Las reglas electorales de nuestro país permiten las alianzas entre partidos políticos, y el PAN no tiene opción real de ganar ninguna de las elecciones por sí sólo. Bajo ese tenor, buscar alianzas con quien fuera era la única alternativa, aunque fuera con un partido que no reconoce la legitimidad del gobierno panista de México.

¿Las consecuencias? El voto “duro” del PAN no van elegir a un candidato del PRD que está a favor del aborto, los matrimonios homosexuales y que no reconocen al presidente Calderón. Los militantes convencidos del PRD de ninguna forma van apoyar al candidato del PAN derechista, conservadores y capitalistas.

Ambos partidos viven una crisis profunda, que los orilló a olvidarse de su pasado histórico, político e ideológico. Me pregunto ¿los votantes les creerán?... sabia virtud de conocer el tiempo.