domingo, 11 de enero de 2009

Liderazgo I: La Atención

Mucho se ha mencionado que para lograr todas las expectativas de un buen lider debe existir una comunicación efectiva entre el grupo, sin duda la comunicación juega un papel fundamental; pero también debe existir un cambio en la conducta de los colaboradores.

Estudios recientes han demostrado que cambiar la conducta es difícil incluso en asuntos de vida o muerte. De cada diez pacientes con problemas cardiacos sólo uno modifica su conducta por hábitos más saludables. Esto nos muestra la dificultad para cambiar la conducta de un individuo, ahora modificar la conducta de una organización donde existen cientos de personalidades, cientos de hábitos, cientos de ideologías, cientos de hábitos; la dificultad crece exponencialmente. Entonces ¿Cómo lograr un cambio en la conducta?. El cerebro es un órgano extremadamente sensible y fácil de imponerse hábitos. Tratar de modificar una conducta rutinaria es difícil por la propia naturaleza de la memoria humana. Sin embargo no es imposible lograr cambios conductuales y ahí surge una de las primeras tareas de un líder: realizar sutiles recordatorios que capten la atención de sus seguidores.



Para que el entendimiento sea útil, necesita generarse desde dentro. El momento del entendimiento es una experiencia positiva y energizante. Esta ráfaga de energía puede resultar central para facilitar el cambio; ayuda a luchar contra las fuerzas que se oponen a él…el término-densidad de la atención-se usa cada vez más para definir la cantidad de ATENCIÓN que se le dedica a una experiencia mental durante un tiempo especifico. Mientras mayor sea la concentración sobre una idea específica o una experiencia mental, mayor será la densidad de la atención. Con la suficiente densidad de la atención, los pensamientos y los actos de la mente pueden convertirse en parte de la identidad de un individuo…tal vez usted ha tenido la experiencia de asistir a un programa de capacitación y entusiasmarse con nuevos modelos de pensar; sólo para descubrir más tarde que no se acuerda como era eso. ¿Quizá las ideas no eran tan buenas? ¿O no prestó atención?. Un estudio hecho en 1997 a 31 gerentes, por investigadores del Baruch College, concluyó que un programa de capacitación sólo incrementa la productividad 28%, pero si se le agregaba un programa de seguimiento, lo hacia 88%” (Revista Expansión. Septiembre 2007).

Exactamente ahí entra el primer rol de un buen líder. En un mudo lleno de espectaculares, donde las personas somos bombardeados con tantos anuncios publicitarios; las distracciones forman la principal barrera de la atención. Una de los objetivos del líder es realizar constantes recordatorios de forma sutil y mesurada a cerca de los objetivos o metas ha conseguir en determinado tiempo. Esto permite a los colaboradores estar enfocados en sus propias responsabilidades. Empresas como Toyota realizan constantes recordatorios en la mejora continua de sus procesos, repetidamente se preguntan que hace falta para resolver futuros desafíos y como enfrentarlos. Otro factor que incluye la atención es el reflejo de una visión clara y coherente. Si usted trata de motivar a sus colaboradores no puede cambiar a cada rato de mensaje. Debe ser lo más claro posible para NO confundir ni asustar a las personas. Un buen líder sabe que su mensaje debe cubrir una cantidad limitada de temas, repetirlos sin parar, entusiasmar e involucrar a las personas.

En resumen: entre las muchas tareas de un líder, mantener la atención de sus seguidores sobre un objetivo específico forma un reto difícil de superar pero no imposible. El cambio de conducta proviene:
1. Del constante recordatorio de tareas u objetivos,
2. Repetidamente debe enfocarse la atención hasta que este hábito se transforme en una conducta.
3. Involucrar y entusiasmar a los seguidores
4. Mensaje claro y coherente. El mensaje debe tener puntos limitados.
5. Repetir el mensaje constantemente

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