Por primera vez un presidente de raza negra llega a la presidencia del país (aún) más poderoso del mundo: Barack Obama.
El pasado 4 de noviembre, en medio de de una profunda crisis económica, con el índice de desempleo más alto de los últimos 14 años -6.5% y con la promesa de revisar el TLCAN; Barack Obama llegó a las presidencia de EU. La carrera por la presidencia del país vecino del norte fue sin duda especial, entre otras muchas cosas, porque por primera vez un candidato de raza negra se presentó como una opción viable para ocupar la silla de la Casa Blanca. El triunfo de Obama marca un cambio en la política americana, propone un cambio generacional que evidentemente exige una nueva forma de conducir la política en aquél país.
En su discurso del 4 de noviembre Barack Obama dijo que había que planear los próximos cuatro años para que no fueran desastrosos como los últimos ocho que habían vivido EU. Hay quienes afirman que Obama tenderá a incorporar a la agenda política, aquellos asuntos que le permitan obtener respaldo de su propio partido y evitará temas que puedan causar divisiones o polémicas, como la migración.
Estoy convencido que la reforma migratoria debe ser un punto coyuntural de la próxima administración estadounidense. No sólo por razones de seguridad y humanitarias, sino también por las contribuciones económicas de los de 12 millones de inmigrantes que existen en EU. Jorge Ramos hace algunas semanas publicó en su columna del periódico Reforma, cifras que muestran la contribución de nuestros paisanos a la economía americana: “La Casa Blanca calcula que si se aprueba una nueva ley de inmigración, el gobierno tendrá una ganancia neta de más de 25 mil millones de dólares en los próximos 10 años. Es decir, las contribuciones de los nuevos inmigrantes legalizados por el pago de impuestos y de multas sería mucho mayor que los gastos por trámites y servicios médicos, entre otros. (El cálculo fue hecho independientemente por el Congressional Budget Office, un organismo no partidista).O sea, sería un negociazo para este país legalizar a los indocumentados. Pero eso no es todo.
Estados Unidos necesita más inmigrantes. No lo digo yo. Lo dijo Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal (o el Banco Central) de Estados Unidos, según reportó la agencia Reuters en octubre del año pasado.Ante el creciente número de norteamericanos que se acercan a la edad de retiro, es necesario aumentar el número de inmigrantes, que tienden a ser más jóvenes, para contrarrestar los efectos negativos en la economía. Bernanke calculó que Estados Unidos necesitará 3 millones y medio de inmigrantes al año para enfrentar el problema del envejecimiento de su fuerza laboral -muchos más de los casi 2 millones que entran legal e ilegalmente al país anualmente.Más allá de las cifras, los inmigrantes indocumentados pagan impuestos, crean trabajos, toman los empleos que los norteamericanos no quieren, cosechan nuestros alimentos, construyen las casas y edificios donde vivimos, reemplazan a los jubilados, suministran una mano de obra constante, industrias completas dependen de ellos y mantienen baja la inflación. ¿Qué más quieren?”.
Para aquellos lideres racistas, para los políticos con mentalidad antiinmigrantes, para aquellos empresarios que se oponen a la contratación de personas que no cuentan con un papel que acredita su nacionalidad americana, les pregunto ¿Quién acepta los trabajos que sus ciudadanos americanos no aceptan?, los empresarios con el fin de reducir el costo de sus cosechas contratan a personas sin documentos para que realicen esta labor sin las mínimas condiciones de trabajo y además con un salario de miseria ¿cierto o no?, los políticos cada cuatro años acuden al voto latino, que se ha vuelto definitorio en la elecciones, para lograr sus pociones políticas en alguna de las cámaras del poder legislativo ¿cierto o no?. La estupidez más grande se ha venido dando en los últimos años, cuando la actual administración de George W(ar) Bush, presume estar encabezado una lucha contra el terrorismo; mientras en redadas se detienen a personas que quieren trabajar, que luchan por ganar un salario digno, personas en su mayoría sin un pasado delictivo ¿Qué no seria mejor enfocarse a los verdaderos criminales, a los verdaderos terroristas, en lugar de aquellos que luchan día a día por salir adelante?.
Jorge Ramos en su mismo artículo agrega: “Una legalización le permitiría saber a Estados Unidos quiénes son esos 12 millones que, por el momento, no tienen nombre ni apellido en sus listas oficiales. Además, un programa de trabajadores extranjeros, permanente no temporal, permitiría que medio millón de personas entrara cada año a Estados Unidos legalmente y no saltando bardas, por túneles, nadando el río Bravo/Grande o violando sus visas de turistas. Si de todas formas van a venir, por la pobreza y el hambre en el sur del continente, ¿por qué no ser pragmáticos y darles un permiso de trabajo? Aquí, como hemos visto, los necesitan.Una cifra más. Desde que yo recuerdo hay un eterno debate sobre si los inmigrantes contribuyen más de lo que toman de Estados Unidos. Hay montones de estudios. Pero el más respetado fue realizado por la Academia de Ciencias de Estados Unidos hace 10 años. Los inmigrantes (legales e indocumentados) pudieran estar añadiendo hasta 10 mil millones al año a la economía", dijo entonces el economista James P. Smith de la Corporación Rand y encargado de supervisar el estudio.”
La reforma migratoria forma parte del cambio generacional y de mentalidad de la nueva administración. Obama ha marcado la historia por ser el primer presidente de color en llegar a la Casa Blanca y puede pasar a la historia por ser el primer presidente en realizar una reforma migratoria profunda, que permita dar nombre y apellido a todos nuestros paisanos que se encuentran en EU. Al tiempo.
El pasado 4 de noviembre, en medio de de una profunda crisis económica, con el índice de desempleo más alto de los últimos 14 años -6.5% y con la promesa de revisar el TLCAN; Barack Obama llegó a las presidencia de EU. La carrera por la presidencia del país vecino del norte fue sin duda especial, entre otras muchas cosas, porque por primera vez un candidato de raza negra se presentó como una opción viable para ocupar la silla de la Casa Blanca. El triunfo de Obama marca un cambio en la política americana, propone un cambio generacional que evidentemente exige una nueva forma de conducir la política en aquél país.
En su discurso del 4 de noviembre Barack Obama dijo que había que planear los próximos cuatro años para que no fueran desastrosos como los últimos ocho que habían vivido EU. Hay quienes afirman que Obama tenderá a incorporar a la agenda política, aquellos asuntos que le permitan obtener respaldo de su propio partido y evitará temas que puedan causar divisiones o polémicas, como la migración.
Estoy convencido que la reforma migratoria debe ser un punto coyuntural de la próxima administración estadounidense. No sólo por razones de seguridad y humanitarias, sino también por las contribuciones económicas de los de 12 millones de inmigrantes que existen en EU. Jorge Ramos hace algunas semanas publicó en su columna del periódico Reforma, cifras que muestran la contribución de nuestros paisanos a la economía americana: “La Casa Blanca calcula que si se aprueba una nueva ley de inmigración, el gobierno tendrá una ganancia neta de más de 25 mil millones de dólares en los próximos 10 años. Es decir, las contribuciones de los nuevos inmigrantes legalizados por el pago de impuestos y de multas sería mucho mayor que los gastos por trámites y servicios médicos, entre otros. (El cálculo fue hecho independientemente por el Congressional Budget Office, un organismo no partidista).O sea, sería un negociazo para este país legalizar a los indocumentados. Pero eso no es todo.
Estados Unidos necesita más inmigrantes. No lo digo yo. Lo dijo Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal (o el Banco Central) de Estados Unidos, según reportó la agencia Reuters en octubre del año pasado.Ante el creciente número de norteamericanos que se acercan a la edad de retiro, es necesario aumentar el número de inmigrantes, que tienden a ser más jóvenes, para contrarrestar los efectos negativos en la economía. Bernanke calculó que Estados Unidos necesitará 3 millones y medio de inmigrantes al año para enfrentar el problema del envejecimiento de su fuerza laboral -muchos más de los casi 2 millones que entran legal e ilegalmente al país anualmente.Más allá de las cifras, los inmigrantes indocumentados pagan impuestos, crean trabajos, toman los empleos que los norteamericanos no quieren, cosechan nuestros alimentos, construyen las casas y edificios donde vivimos, reemplazan a los jubilados, suministran una mano de obra constante, industrias completas dependen de ellos y mantienen baja la inflación. ¿Qué más quieren?”.
Para aquellos lideres racistas, para los políticos con mentalidad antiinmigrantes, para aquellos empresarios que se oponen a la contratación de personas que no cuentan con un papel que acredita su nacionalidad americana, les pregunto ¿Quién acepta los trabajos que sus ciudadanos americanos no aceptan?, los empresarios con el fin de reducir el costo de sus cosechas contratan a personas sin documentos para que realicen esta labor sin las mínimas condiciones de trabajo y además con un salario de miseria ¿cierto o no?, los políticos cada cuatro años acuden al voto latino, que se ha vuelto definitorio en la elecciones, para lograr sus pociones políticas en alguna de las cámaras del poder legislativo ¿cierto o no?. La estupidez más grande se ha venido dando en los últimos años, cuando la actual administración de George W(ar) Bush, presume estar encabezado una lucha contra el terrorismo; mientras en redadas se detienen a personas que quieren trabajar, que luchan por ganar un salario digno, personas en su mayoría sin un pasado delictivo ¿Qué no seria mejor enfocarse a los verdaderos criminales, a los verdaderos terroristas, en lugar de aquellos que luchan día a día por salir adelante?.
Jorge Ramos en su mismo artículo agrega: “Una legalización le permitiría saber a Estados Unidos quiénes son esos 12 millones que, por el momento, no tienen nombre ni apellido en sus listas oficiales. Además, un programa de trabajadores extranjeros, permanente no temporal, permitiría que medio millón de personas entrara cada año a Estados Unidos legalmente y no saltando bardas, por túneles, nadando el río Bravo/Grande o violando sus visas de turistas. Si de todas formas van a venir, por la pobreza y el hambre en el sur del continente, ¿por qué no ser pragmáticos y darles un permiso de trabajo? Aquí, como hemos visto, los necesitan.Una cifra más. Desde que yo recuerdo hay un eterno debate sobre si los inmigrantes contribuyen más de lo que toman de Estados Unidos. Hay montones de estudios. Pero el más respetado fue realizado por la Academia de Ciencias de Estados Unidos hace 10 años. Los inmigrantes (legales e indocumentados) pudieran estar añadiendo hasta 10 mil millones al año a la economía", dijo entonces el economista James P. Smith de la Corporación Rand y encargado de supervisar el estudio.”
La reforma migratoria forma parte del cambio generacional y de mentalidad de la nueva administración. Obama ha marcado la historia por ser el primer presidente de color en llegar a la Casa Blanca y puede pasar a la historia por ser el primer presidente en realizar una reforma migratoria profunda, que permita dar nombre y apellido a todos nuestros paisanos que se encuentran en EU. Al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario