Ella quizá sabia que nada es visto hasta que el escritor lo nombra. El lenguaje permite ver. Sin la palabra todos somos ciegos...
Carlos Fuentes
El pasado 11 de noviembre el escritor Carlos Fuentes cumplió 80 años de vida y 50 de haber escrito su primer libro La región más transparente, libro con el que empezó a construir la imagen de la sociedad mexicana. Nació en Panamá, pero es mexicano declarado, Licenciado en leyes por la Universidad Nacional Autónoma de México, se doctoró en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. Fueron sus abuelas quienes le contaron las historias mas viejas de su memoria, fueron aquellas dos mujeres tan distintas, una era hija de alemanes la otra provenía de una curiosa mezcla de mercaderes de Santander e indios yaquis, quienes sembraron historias fantásticas en su corazón.
La obra de magnifico escritor incluye: La región más tranparente (1958), Las buenas conciencias (1959), La muerte de Artemio Cruz (1962), Aura (1962), Gringo Viejo (1985), Todas las familias felices (2006), La voluntad y la fortuna (2008), entre otras muchas obras. Ha recibido diversos premios como el Premio Legión de Honor del Gobierno Francés, el Premio de la Latinidad, otorgado por las Academias Brasileña y Francesa de la Lengua y recientemente (13-oct-08) el Premio Internacional Don Quijote creado por la Junta de Castilla-La Mancha y la Fundación Santillana
En una entrevista con el diario español “El País” (Diario el País 04-10-08), Carlos Fuentes define de un plumazo la ficción “…la ficción crea vida, crea una vida que antes no estaba allí. Es una vida paralela. ¿Podemos hoy imaginar el mundo sin Don Quijote? Cuesta mucho. ¿Sin Hamlet? Cuesta mucho. Sin embargo, hubo una época en que no existían. Hoy ellos forman parte de la realidad porque fueron imaginados; lo que se imagina se convierte entonces en parte de la realidad indisoluble y ya no puedes entender la realidad sin lo que imaginó el escritor. Es la fuerza del escritor. En la misma entrevista cuestionado a cerca de nuestro país comentó “ha habido una enorme catástrofe (yo lo llamo así) en México. Cuando yo tenía veinte años había una gran confianza en el destino del país. No había democracia pero había desarrollo. Desarrollo sin democracia era la fórmula de los gobiernos de la revolución que se congelaron en el PRI, finalmente, pero hacían carreteras, educación, urbanización, y la vida era segura. En 1946-1947 podía salir de un cabaret de mala muerte a las dos de la mañana e ir caminando a mi casa. Hoy no me atrevo a salir a la esquina de mi casa a pie. Ha habido una explosión demográfica. Cuando nací, Ciudad de México tenía un millón de habitantes, y el país tenía veinte. Había un eslogan que decía: "Veinte millones de mexicanos no pueden estar equivocados". Se referían al país, hoy se referirían a la ciudad, que tiene veinte millones, en un país que ya alcanza una población de cien. Es un cambio demográfico que no se ha encauzado por vías creativas. Ha habido crisis económicas, empobrecimiento, subproletariado, proletariado gansteril que ha surgido al amparo de la droga... De manera que hoy la situación es mucho más difícil, más peligrosa, hay asesinatos, hay secuestros y hay un clamor, un "basta", un "hasta aquí hemos llegado", y una enorme demanda de seguridad. Esto es muy peligroso porque a veces la seguridad sólo la da un Gobierno autoritario, una dictadura. Tener seguridad con democracia va a ser el gran desafío de un México al que no puedo ver con los ojos optimistas con los que lo veía en los años 45 o 50 del pasado siglo”.
Carlos Fuentes
El pasado 11 de noviembre el escritor Carlos Fuentes cumplió 80 años de vida y 50 de haber escrito su primer libro La región más transparente, libro con el que empezó a construir la imagen de la sociedad mexicana. Nació en Panamá, pero es mexicano declarado, Licenciado en leyes por la Universidad Nacional Autónoma de México, se doctoró en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. Fueron sus abuelas quienes le contaron las historias mas viejas de su memoria, fueron aquellas dos mujeres tan distintas, una era hija de alemanes la otra provenía de una curiosa mezcla de mercaderes de Santander e indios yaquis, quienes sembraron historias fantásticas en su corazón.
La obra de magnifico escritor incluye: La región más tranparente (1958), Las buenas conciencias (1959), La muerte de Artemio Cruz (1962), Aura (1962), Gringo Viejo (1985), Todas las familias felices (2006), La voluntad y la fortuna (2008), entre otras muchas obras. Ha recibido diversos premios como el Premio Legión de Honor del Gobierno Francés, el Premio de la Latinidad, otorgado por las Academias Brasileña y Francesa de la Lengua y recientemente (13-oct-08) el Premio Internacional Don Quijote creado por la Junta de Castilla-La Mancha y la Fundación Santillana
En una entrevista con el diario español “El País” (Diario el País 04-10-08), Carlos Fuentes define de un plumazo la ficción “…la ficción crea vida, crea una vida que antes no estaba allí. Es una vida paralela. ¿Podemos hoy imaginar el mundo sin Don Quijote? Cuesta mucho. ¿Sin Hamlet? Cuesta mucho. Sin embargo, hubo una época en que no existían. Hoy ellos forman parte de la realidad porque fueron imaginados; lo que se imagina se convierte entonces en parte de la realidad indisoluble y ya no puedes entender la realidad sin lo que imaginó el escritor. Es la fuerza del escritor. En la misma entrevista cuestionado a cerca de nuestro país comentó “ha habido una enorme catástrofe (yo lo llamo así) en México. Cuando yo tenía veinte años había una gran confianza en el destino del país. No había democracia pero había desarrollo. Desarrollo sin democracia era la fórmula de los gobiernos de la revolución que se congelaron en el PRI, finalmente, pero hacían carreteras, educación, urbanización, y la vida era segura. En 1946-1947 podía salir de un cabaret de mala muerte a las dos de la mañana e ir caminando a mi casa. Hoy no me atrevo a salir a la esquina de mi casa a pie. Ha habido una explosión demográfica. Cuando nací, Ciudad de México tenía un millón de habitantes, y el país tenía veinte. Había un eslogan que decía: "Veinte millones de mexicanos no pueden estar equivocados". Se referían al país, hoy se referirían a la ciudad, que tiene veinte millones, en un país que ya alcanza una población de cien. Es un cambio demográfico que no se ha encauzado por vías creativas. Ha habido crisis económicas, empobrecimiento, subproletariado, proletariado gansteril que ha surgido al amparo de la droga... De manera que hoy la situación es mucho más difícil, más peligrosa, hay asesinatos, hay secuestros y hay un clamor, un "basta", un "hasta aquí hemos llegado", y una enorme demanda de seguridad. Esto es muy peligroso porque a veces la seguridad sólo la da un Gobierno autoritario, una dictadura. Tener seguridad con democracia va a ser el gran desafío de un México al que no puedo ver con los ojos optimistas con los que lo veía en los años 45 o 50 del pasado siglo”.
En su libro Gringo viejo aparecen frases llenas de imaginación y contemplación del mundo desnudo, como el decálogo que pone en boca de aquel gringo amargo de nombre Ambrose Pierce: “No adoréis más imágenes que las que aparecen en las monedas de vuestro país; no matéis, pues la muerte libera a tu enemigo de su constante penar; no robéis, es más fácil dejarse sobornar; honra a tu padre y madre, a ver si te heredan su fortuna”. La imaginación de este extraordinario escritor ha quedado plasmada para siempre en su obra; obra indispensable para conocer nuestro México, obra indispensable para conocer parte de la literatura
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